La Mentira del Servicio
El “servir” palabra continuamente utilizada por una enorme cantidad de personas a lo largo de nuestra historia. Puedo recordar la expresión en el rostro cada vez que he escuchado decir a una persona que está haciendo una labor de servicio. También puedo recordar mi misma sensación cuando hacía alguna labor en la que creía estaba ayudando a otras personas….o si…me sentía tan bien… sentía que estaba haciendo algo importante, algo por lo que valía la pena vivir.
Vuelvo a reflexionar sobre la palabra servicio o mejor dicho sobre el verbo servir y me encuentro con una enorme cantidad de deseos y carencias ocultas tras esta palabra
¿Qué es lo que realmente buscamos cuando realizamos una labor de servicio? ¿A quién buscamos realmente servir? ¿Será a los otros o será a nosotros mismos? ¿A nuestro propio ego que se oculta tras esta linda palabra?
La palabra servicio es para mí una de las mentiras más grandes que existe en este mundo. En realidad nadie busca servir realmente a los demás, todos buscamos disfrazar detrás de esta acción algún deseo, necesidad o aspiración que sentimos incompleta.
Claro, cuando “sirves” a alguien te sientes tan bien, te sientes alguien importante, necesario, de buenos sentimientos e intenciones, te sientes en el fondo alguien superior. Todo esto ocurre desde nuestro ego.
Es el ego el que busca servir y no tu ser interior. El ego es el que busca una razón para sentirse importante y que está haciendo algo necesario para otro. El ego, sí y sólo el ego. Pues sin este servicio al otro ¿qué harías? Sin estar pendiente del otro ¿qué ocurriría?
Lo que ocurre es que si no estás en el otro estás en ti. Si no estás en lo externo estás en lo interno.
He ahí la razón de porque muchas personas se dedican a labores de “servicio” sólo para escapar de ellas mismas. Claro porque si no estás en el otro tendrán obligatoriamente que enfrentar a sus propios fantasmas, a sus propias carencias y eso duele, asusta y asusta mucho.
Es mucho más fácil reconocer como el otro necesita de ayuda, como el otro está tan carente, pero… reconocer lo mismo de ti. Eso no es nada de fácil.
Es por eso que muchas personas han dedicado su vida entera al “servicio” Es cosa de observar a muchos sacerdotes, monjas y monjes por ejemplo. En su vida no hay mucha gracia. En su vida no hay mucho éxtasis ni alegría. Gran cantidad de ellos sólo se dedican a ese servicio para sólo escapar de ellos mismos y escapar del mundo.
Y lo mismo ocurre con personas comunes y corrientes que piensan que están sirviendo a alguien.
Esa madre que entrega su vida entera por el servicio a sus hijos…pero no hace más que querer escapar de sus propios tormentos, queriendo entrometerse en la vida de los otros…o claro ellos sin ella no podrían vivir….los hijos tienen 30 o 40 años y todavía necesitan del servicio de su madre.
También he podido comprobar esto con mis pares que se dedican al área terapéutica o al “camino espiritual”. En muchas ocasiones ocurre lo mismo. Sólo escapar mediante los otros.
En este caso también está más latente el fenómeno del ego. Claro pues yo te sirvo, yo soy un sanador que te ayuda, yo soy un guía que te dice por donde ir, yo soy y yo soy…todo en servicio del ego y mi propia satisfacción.
Por otro lado están los que sirven a otros a causa del miedo, para obtener una recompensa. Es mejor que ayude a alguien porque si no lo hago alguien puede ver, alguien puede juzgarme mal y no podré llegar a la tierra prometida, no podré alcanzar el cielo.
Todo esto y algunas otras razones son las que crean esta enorme falsedad, esta tremenda mentira que es “el servicio a los otros”
¿Pero entonces qué? ¿Vivir solo pensando en nosotros? ¿Vivir sólo para nosotros?
No. La vida es compartir, la vida es belleza, la vida es vivir. Cuando empiezas a reconocer que la vida es así y que tú eres la vida, por lo cual tú también eres belleza, eres amor, eres compartir, te puedes dar cuenta de los enormes regalos que tienes en tu interior, de tu naturaleza divina, del infinito amor que vive en ti.
Entonces… ¿Qué más puedes hacer que compartirlo? ¿Que más puedes hacer que permitir que lo que existe en ti se exprese?
Esta toma de consciencia, este reconocimiento, permite que tu amor llegue a muchos lugares, llegue a muchas personas y se expanda como la fragancia de una flor.
Esto permite tu compartir, no tu servicio, porque ya no lo haces pensando en el otro, por ayudar al otro, por servirte del otro, lo haces porque eso es lo que eres tú, eso es lo que hay en ti, y la gratitud hacia el otro nacerá de forma infinita, pues es gracias al otro que puedes expresar y dar vida a las enormes bendiciones que la totalidad te ha regalado.