Nueva Espiritualidad ¿un despertar o una simple moda?
Desde hace algunos años se ha ido viendo nuestro país como las personas se están interesando en cambiar sus estilos de vidas, buscando una forma de vivir más sana, más cercano a lo “natural” con mayores espacios para la relajación, cuidado de sí mismos y búsqueda interior o espiritual.
Ha sido muy notorio el aumento del número de terapeutas y centros de terapias alternativas, centros de yoga o meditación por ejemplo, que encontramos en varias ciudades de Chile.
También en las redes sociales se puede observar la gran cantidad de grupos y personas que manifiestan sentir afinidad por estos temas.
Actualmente cursos, talleres y terapias se encuentran por montón. Hay una gran diversidad para todos los gustos e intereses.
Ahora bien… ¿Qué nos puede estar diciendo esto? ¿Será que nos hemos vuelto más espirituales? ¿Será que una mayor consciencia ha llegado y nos ha traído un nuevo despertar? ¿O será simplemente que hemos cambiado nuestro objeto de atención, un simple deseo de consumo que varía desde lo material a lo que aparentemente nos hace ser mejores o que nos vean como mejores personas?
Por una parte podemos ver como ahora una gran oferta de cursos y eventos “espirituales” estos sin duda son una gran posibilidad para nuestro desarrollo y es una gran bendicioón de que existan, pero también hay que tener cuidado en observar cual es la motivación real que me impulsa a participar de ellos.
En estos años de experiencia facilitando cursos y talleres me he dado cuenta que hay personas que refieren han asistido a muchos cursos o que han tenido grandes experiencias místicas…o también que han aprendido mucho y se sienten muy bien con ello. Pero ¿qué es lo que se siente bien con ello? ¿será nuestro ser interior o simplemente nuestro ego que se ha fortalecido?
¡Ooo si, que autoengaño más grande es el que nos podemos hacer !!! Que fácil es caer en esas trampas de la mente en que por asistir a muchos talleres o seminarios espirituales o leer muchos libros de sabios pensamos que algo estamos consiguiendo, que ya somos mejores y que se es una persona de consciencia muy elevada. ¡Que tristeza cuando eso ocurre!!!
Esto ocurre más frecuentemente de lo que pensamos. Sin darnos cuenta nos vemos envueltos en un crecimiento exponencial de nuestro ego, que nos lleva de una fantasía a otra.
Es ahí que simplemente podemos estar cayendo en solamente cambiar nuestro objeto de interés de un bien de consumo a otro, antes era el consumo de lo material, ahora es el consumo de lo espiritual
Obviamente no todo es así, y de lo otro también hay mucho. Gran cantidad de personas, movidas por alguna u otra razón. Ya sea por un profundo cansancio o una gran decepción de los estilos de vida actual, o por una experiencia de gran conexión con lo divino, o de ir profundizando poco a poco en la experiencia del amor, han ido acercándose cada vez más al contacto con su ser más intimo y profundo, con ese espacio de unión y re-unión con el todo. Que alegría cuando sucede que poco a poco comenzamos a aceptarnos un poquito más, cuando aceptamos y amamos más al otro tal como es. Curiosamente cuando esto sucede, no sentimos la necesidad de estar diciéndoselo a nadie, cuando algo nuevo ha nacido en mi no necesitamos publicar en alguna red social y decir: ¡Mirenme me he vuelto más consciente, más amoroso, que buena persona soy!!! Simplemente lo expresamos, lo compartimos con los seres que amamos o en pequeños actos de tu vida…y claro a veces la alegría es tanta que lo queremos gritar a los cuatro vientos, pero eso no proviene del deseo de que los otros te aplaudan o aprueben, sino que desde la intención de compartir tu amor y alegría con los demás.
La chispa de consciencia sin duda nos está dando la posibilidad de despertar…es cosa de mirar como poco a poco se empieza a tomar más consciencia de la importancia del respeto por nuestro medioambiente, los animales, los bosques, etc; o la apertura o florecimiento que ha tenido la mujer o la mayor consciencia que hay sobre la importancia de la alimentación… esos son hechos sin duda muy reales e indicativos de que algo está sucediendo.
Finalmente y obviamente ni yo ni cualquier otro podrá definir qué es lo que está ocurriendo en el interior de otra persona. Cada uno es y será su propio observador. Cada uno puede buscar en su propio interior que es lo que está ocurriendo. Si está naciendo una fuerte y apasionada búsqueda por lo espiritual, o si simplemente seguimos como ovejas una nueva moda que ha comenzado a surgir
Bendiciones. Namasté
Mauricio Sannyasin
